Título original: Titanic
Año: 1997
País: EE.UU.
Duración: 186 min.
Fecha de estreno en España:8 de enero de 1998
Director: James Cameron
Guión: James Cameron
Música: James Horner
Montaje: James Cameron, Conrad Buff y Richard A. Harris
Fotografía: Russell Carpenter
Productores: James Cameron y John Landau
Compañía: 20th Century Fox/Lightstorm Entertainment
Intérpretes: Kate Winslet, Leonardo DiCaprio Billy Zane, Kathy Bates, Frances Fisher, Bernard Hill et al.
Ganadora de 11 Oscar: película, director, montaje, fotografía, música, canción, montaje de sonido, efectos visuales, sonido, dirección artística, vestuario
Rose
es una joven de la alta sociedad británica que es obligada a casarse
con un acaudalado joven para mantener la fortuna de la familia. A
bordo del Titanic, el barco más grande y lujoso del momento que le
llevará hacia los EE.UU. para consumar su boda, conoce a Jack, un
joven rufián que consiguió unos billetes de tercera clase en una
apuesta. Rose ve en Jack el espíritu rebelde que a ella le falta,
con lo que comienzan un romance prohibido. Ninguno de ellos sospecha
el trágico final que le depara al buque.
El
proceso de realización de una película es laborioso y complejo.
Meses (en ocasiones años) de preparación para hacer un producto que
puede ser un triunfo o un fracaso. Y es que no se sabe muy bien cuál
es la fórmula para que un largometraje tenga éxito: a veces se debe
al trabajo de un actor, otras a los efectos visuales, otras a su
banda sonora y otras a una suma de diversos factores. Así,
películas que, a priori, podían haber pasado sin pena ni gloria por
las taquillas se han convertido en fenómenos mundiales gracias a un solo aspecto determinante que provocó que el público acudiera en masa a
verlas. Tal es el caso de "Titanic", una grandísima
película que, sin embargo, de no ser por su joven protagonista, no
habría alcanzado ni la mitad del éxito que cosechó.
Desde
el momento en que "Titanic" se convirtió en el filme más
taquillero de la historia surgieron los odios y las envidias hacia
ella, acrecentados al ganar, en la ceremonia de los Oscars de 1998,
el mismo número de estatuillas que "Ben-Hur": 11. Este hecho fue
utilizado por algunos para decir que sólo las obras maestras pueden
ser odiadas y alabadas en extremo. Tanto unos como otros se
equivocan, pues ni "Titanic" es esa obra maestra digna de
todos los galardones que obtuvo, ni esa basura cursi e insoportable
por la que muchos la toman.
No
se puede negar que James Cameron es un gran realizador (quizás
el mejor director de cine de acción del momento) y por lo tanto
merece un mínimo de crédito. Pese a ello, "Titanic" le supuso un reto considerable al tratarse de su primera película no de acción. Con todo, no le tembló el pulso y realizó una labor muy sólida,
con una dirección firme y un dominio magistral del tempo narrativo,
que hacen que la cinta, pese a que la acción se concentra en la
última hora y media de sus 180 minutos de metraje, no se haga pesada
en ningún momento.
Sin
embargo, gran parte del éxito de Titanic se debe principalmente a un
factor que siempre ha acompañado al cineasta canadiense: los efectos
visuales. Por medio de una dirección artística absolutamente
perfecta (que recreó al milímetro el propio Titanic) y unos
efectos visuales de ultimísima generación, crea algunos planos,
sobre todo al inicio del filme, que son absolutamente espectaculares.
Cabe mencionar la parte inicial de la cinta, en la que Cameron se
sirve de todos los recursos técnicos que tiene a su alcance para
recrear la espectacularidad del barco en el que se desarrollan los
hechos. El resto, salvo algún que otro gazapo (como la escena en la
que cae una de las chimeneas, en la que se nota escandalosamente el
renderizado digital; o llegados al final, durante la recogida de los
cadáveres, donde vemos claramente a varios maniquíes en el agua y
en las balsas), va en la misma línea.
Pero
James Cameron se jugaba mucho con este proyecto y el fracaso no era
concebible. Por eso, como es un tipo muy listo, cogió a tres caras
bonitas para interpretar los tres personajes principales. Por un lado
tenemos a Billy Zane, el prometido de Rose y malo de la historia,
quien se encarga de hacer la vida imposible a los dos amantes con un
papel bastante correcto. Por otro, a una impresionantemente bella
Kate Winslet en la flor de su juventud, quien derrocha hermosura y
talento en un personaje muy bien interpretado. Pero el más
importante de todos, el crack mediático, es el compañero de
la Winslet, un -por aquel entonces- yogurín llamado Leonardo
DiCaprio que se convirtió, de la noche a la mañana, en ídolo de
masas y amor platónico de las colegialas de todo el mundo. Si
a algo se debe que "Titanic" haya sido la película más taquillera
de la historia durante más de una década es a que las quinceañeras
iban a verla una y otra vez, solas o en compañía, atraídas por los
encantos del joven actor estadounidense. Aún recuerdo a una
compañera de clase que me dijo que aquella tarde iba a ir a ver
"Titanic" por quinta vez. Nada de un guion sólido, una
historia atrapante o unos efectos visuales deslumbrantes. Nada de
eso. En este mundo controlado por la estética, basta una cara bonita
para arrastrar a las masas a las salas. ¡Qué listo eres, James!
En
resumen: "Titanic" es una gran película, todo un clásico del cine
contemporáneo y una obra que supuso el regreso de las
superproducciones al mainstream hollywoodiense. No en vano,
durante 12 años (en concreto, hasta el estreno de "Avatar", también dirigida por Cameron)
ostentó el récord de ser la película más taquillera de la
historia. Pese a contar con un metraje excesivo, la mano maestra de su director la hace llevadera: sus minutos iniciales deslumbran, su última hora y media
sobrecoge, y quizá sea la parte de la mitad (la relativa al romance
de Rose y Jack) la que flojea un poco más. Si no fuera por lo
edulcorado de la historia de amor, por la precipitación con que fueron hechos algunos efectos visuales y porque DiCaprio, a pesar de no
hacerlo mal, estaba ahí puesto por el ayuntamiento solo para hacer
de chico guapo, el filme habría sido perfecto.
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by Chuparrocas
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