Como sabéis, en "Tócala y Vete" somos grandes aficionados al cine, hasta el punto de que hemos hecho reseñas de todas y cada una de las ganadoras al Óscar a la mejor película, desde el nacimiento de estos premios en el año 1929. Podéis acceder a ellas en este enlace. Ahora, nuestro especialista en cine, Dani Romero, nos trae la correspondiente a la mejor película de 2016: "Moonlight"

Título original: Moonlight
Año: 2016
País: EE.UU.
Duración: 110 min.
Género: Drama
Director: Barry Jenkins
Guión: Barry Jenkins, según la obra "Los chicos negros a la luz de la luna parecen azules", de Tarell Alvin McCraney
Música: Nicholas Britell
Montaje: Joi McMillon y Nat Sanders
Fotografía: James Laxton (color)
Productor: Dede Gardner, Jeremy Kleiner y Adele Romanski
Compañía: A24/Plan B Entertainment/Upload Films
Intérpretes: Mahershala Ali, Shariff Earp, Duan Sanderson, Janelle Monáe, Naomie Harris, André Holland, Trevante Rhodes, Ashton Sanders, Edson Jean, Jharrel Jerome, Alex R. Hibbert, Jaden Piner
Ganadora de 3 Oscar: película, guión original, actor secundario (Mahersala Alí)
La película se centra en la vida de Chiron, un niño de raza afroamericana, bastante tímido, que sufre acoso escolar y vive con su madre drogadicta en un barrio marginal de Miami. En ese ambiente de opresivo, donde reina la ley del más fuerte y cualquier signo de debilidad puede suponer la muerte, el joven Chiron deberá esconder sus incipientes sentimientos homosexuales para no llamar la atención.

Para entender esta decisión, solamente hay que hacer una cosa: ver las noticias. La oleada de asesinatos de ciudadanos afroamericanos por parte de la policía y la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca provocaron que la sociedad estadounidense, y concretamente el gremio de los artistas, de ideología claramente progresista, estuviera muy concienciada con respecto al tema del racismo en los Estados Unidos. Sin embargo, hubo un hecho que destacó por encima de todos y que tuvo una influencia brutal en el Óscar de "Moonlight" : las quejas de los cineastas negros durante la ceremonia del año anterior, que pensaron que estaban infrarrepresentados entre los nominados (el movimiento conocido como "Oscars so White"). Desde ese momento, considerando el carácter conciliador y políticamente correcto de Hollywood y de los Oscar, estaba claro que este año iba a ganar una película protagonizada por actores afroamericanos. Y la elegida no podía ser otra que "Moonlight", una cinta que, además contaba con otra importante baza: el tema de la homosexualidad. Y es que "Moonlight" es la historia de un niño negro, gay, de madre yonki y que sufre acoso escolar, el cóctel perfecto para que los académicos se quitasen el calificativo de "retrógrados" e hiciesen ver al mundo entero que EE.UU. no es racista y lo que cuentan las noticias es falso.
Por el párrafo anterior puede dar la impresión de que el Oscar de "Moonligth", al menos para el que esto escribe, se debió más a factores políticos que artísticos. Dejemos las cosas claras antes de meternos en harina: rotundamente sí. Eso no quiere decir que la película de Jenkins sea mala, al contrario: es un largometraje excelente, y la temporada de premios así lo demostró (ganó incluso más premios a la mejor película que "La la land"). "Moonlight" está bien dirigida y muy bien interpretada, y cuenta una historia muy cruda, basada en los hechos vividos por Tarell Alvin McCartney, autor de la obra de teatro en la que se basa el guion: "In moonlight black boys look blue" (la palabra "blue" en español puede significar "azul" o "triste"). No obstante, la adaptación que hace Barry Jenkins de la obra de McCartney es muy libre, de ahí que algunos críticos considerasen su guion como un texto original y otros como un texto adaptado. Sin embargo, a pesar de la crudeza de la historia, esta no es ninguna novedad, pues existen decenas de películas con una temática similar: la del niño de barrio marginal que vive oprimido por la sociedad. Sólo hay una diferencia entre esos melodramas y "Moonlight": esta tiene un reparto de actores negros. Me juego el cuello a que si "Moonlight" hubiera sido interpretada por actores blancos, "La la land" sería la ganadora del Oscar a la mejor película.
En este sentido, si bien es cierto es que "Moonlight" tiene secuencias preciosas, como la de la playa, y algunas brutales, como la de la paliza, no deja de ser una película que todos hemos visto ya, en la que no encontramos nada original, deslumbrante o innovador, más allá de la orientación sexual de su protagonista. Para aquellos que se sorprendan de que un negro traficante y con pinta de matón pueda ser gay, a lo mejor la película supone una revelación en sus vidas, pero para los que pensamos que la homosexualidad es algo normal, no nos produce esa sensación de asombro ni incomodidad, y vemos la película como lo que es: el drama de un chico que tiene que salir adelante a pesar de vivir en un ambiente donde las apariencias importan.
En honor a la verdad, tanto "Moonlight" como "La la land" cuentan historias mil veces tratadas en el Séptimo Arte, pero la cinta de Chazelle tiene muchísimo más cine, más logros visuales y estéticos que la de Jenkins. Al ver "La la land" uno se siente deslumbrado y da la sensación de que, aunque no sea así, estás viendo algo único que realmente merece la pena. Ambas son películas muy buenas, pero para ganar el Oscar a la mejor película tienes que ser memorable, tienes que "tener alma", y "Moonlight" no la tiene. En resumen, y aunque sé que muchos no estarán de acuerdo conmigo por miedo a ser tachados de racistas u homófobos, no hay duda de que "Moonlight" es, desde ya, una de las mayores injusticias de la historia de los Oscar.
QUIZÁS TAMBIÉN TE INTERESE: 2015: EL FOCO DE LA NOTICIA
En honor a la verdad, tanto "Moonlight" como "La la land" cuentan historias mil veces tratadas en el Séptimo Arte, pero la cinta de Chazelle tiene muchísimo más cine, más logros visuales y estéticos que la de Jenkins. Al ver "La la land" uno se siente deslumbrado y da la sensación de que, aunque no sea así, estás viendo algo único que realmente merece la pena. Ambas son películas muy buenas, pero para ganar el Oscar a la mejor película tienes que ser memorable, tienes que "tener alma", y "Moonlight" no la tiene. En resumen, y aunque sé que muchos no estarán de acuerdo conmigo por miedo a ser tachados de racistas u homófobos, no hay duda de que "Moonlight" es, desde ya, una de las mayores injusticias de la historia de los Oscar.
QUIZÁS TAMBIÉN TE INTERESE: 2015: EL FOCO DE LA NOTICIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario