Título original: No country for old men
Año: 2007
País: EE.UU.
Duración: 117 min.
Fecha de estreno en España: 8 de febrero de 2008
Director: Ethan y Joel Coen
Guión: Ethan y Joel Coen, según la novela homónima de Cormac McCarthy
Música: Carter Burwell
Montaje: Roderick Jaynes
Fotografía: Roger Deakins
Productores: Ethan Coen, Joel Coen y Scott Rudin
Compañía: Paramount Vantage/Miramax Films
Intérpretes: Tommy Lee Jones, Javier Bardem, Josh Brolin, Kelly Macdonald, Woody Harrelson, Stephen Root, Garret Dillahunt et al.
Ganadora de 4 Oscar: película, director, guión adaptado, actor secundario
Llewelyn
Moss es un cazador de Texas que se encuentra en mitad del desierto
con los restos de una brutal matanza entre narcotraficantes.
Cadáveres por doquier, casquillos de bala... y el rastro del único
superviviente del grupo. Llewelyn lo sigue hasta toparse con el
cuerpo sin vida de un hombre que tiene en su posesión un maletín
lleno de dinero, el cual se lleva sin pensárselo dos veces. Pero cuando todo parecía solucionado, Llewelyn empieza a ser perseguido
por Anton Chigurh, un despiadado asesino contratado para hacerse con
el maletín.
Lo
bueno que tienen los DVDs es que te permiten ver una película las
veces que quieras. Eso es muy importante, pues no siempre el primer
visionado de un largometraje es el más satisfactorio. Así, una película
que te pareció mala en su momento te puede parecer buena viéndola
por segunda vez, o viceversa. Con el caso particular de "No es
país para viejos" he llegado a las mismas conclusiones que la
primera vez: es una película bastante buena. Sin embargo, si la ponemos en
relación con el resto de filmes que han ganado el Oscar a la mejor
película, "No es país para viejos" -salvo por una excepción que todos conocemos- no deja de ser un thriller normal y corriente.
Continuando la Academia con su manía de zanjar cuentas pendientes -iniciada con
Clint Eastwood en el año 2004 y continuada con Martin Scorsese en el
año 2006-, esta vez le tocaba el turno a los hermanos Coen, genios
del cine actual y autores de esa maravilla titulada "Muerte
entre las flores". En estos casos, la película premiada no
suele ser la mejor del realizador en cuestión, sino un filme un
tanto impersonal y más asequible al público general. Y precisamente es esto mismo lo que ocurre con "No es país para viejos": a la cinta le
falta la frescura de otros trabajos de los Coen -como "Fargo" o “El
hombre que nunca estuvo allí”, por citar solo dos ejemplos-, y también carece de los estrambóticos personajes característicos de la filmografía de los hermanos de Minnesotta. En este sentido, “No
es país para viejos” solo cuenta con el personaje de Chigurh,
interpretado de forma sensacional por Javier Bardem, ganador del
Oscar al mejor actor de reparto. Él es lo mejor de la película, la
única razón por la que merece la pena verla.
Y
es que "No es país para viejos", tal y como he mencionado antes, es un thriller del montón:
ni te hace vibrar la sangre -como ocurre con "French Connection"-
ni te mantiene pegado al sillón -como hace "Infiltrados"-.
Es un filme lento, muy lento, con grandes silencios e interminables tiempos
muertos que pueden llegar a cansar al espectador. No obstante, la
primera parte del metraje es la más llevadera, siendo la segunda la
que puede hacerse más pesada. Y eso que es en ella donde se
encuentran todos los momentos de acción de la cinta, en unas
intensas secuencias genialmente rodadas, pero que, paradójicamente,
mantienen ese tono pausado y sereno de todo el filme. Asimismo, a
medida que se acerca el final, los Coen regresan al experimentalismo
de sus primeros trabajos, con un desenlace que recuerda mucho al de
"El silencio de los corderos". En este sentido, es
reveladora su inquietante escena final, uno de los mayores WTF! de la
historia del cine.
Los demás aspectos -como la fotografía, el montaje, la música o las interpretaciones de Tommy Lee Jones y Josh Brolin- tampoco
destacan demasiado, de manera que podemos considerar a “No es país
para viejos” como un trabajo menor dentro de la filmografía de los
Coen. Un largometraje que comienza siendo un thriller asequible pero que se va desinflando a medida que pasan los minutos, para acabar terminando de una
forma un tanto extraña, que deja al espectador en un inesperado estado de shock. Una buena película -y, a mi parecer, digna ganadora- pero un thriller simplemente decente.
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