domingo, 26 de enero de 2014

PELÍCULAS GEMELAS: MOMIAS

De todos es sabido que Hollywood siempre se ha inspirado en diversas fuentes -como la literatura, el cómic, la televisión o el propio cine- para obtener historias interesantes. Pero en ocasiones sus guiones están basado en asuntos similares a los de películas que aún están en proceso de producción. De esta forma, son muchos los largometrajes estrenados en el mismo año y con un argumento semejante. Es lo que yo llamo "películas gemelas", pues no solo se parecen entre sí, sino que pueden generar confusión entre los espectadores. Esta serie de entradas estará dedicada a los casos más curiosos y extraordinarios de películas gemelas. Empezamos con el tema de las momias, tratado en dos películas de finales de los años 90 que sufrieron distinta suerte: "La momia" (Stephen Sommers, 1999) y "La sombra del faraón" (Russell Mulcahy, 1999).

LA BUENA

A comienzos del verano de 1999 llegaba a las salas españolas una película destinada a pasar desapercibida: el tema, el típico de las cintas de terror de los años 40; el director, un tal Stephen Sommers; y los actores, unos auténticos desconocidos: una tal Rachel Weisz -guapísima y morenísima actriz británica- y Brendan Fraser -un cómico canadiense cuyo mayor éxito había sido  la demencial "George de la jungla" (Sam Weisman, 1997)-. Sin embargo, esta peliculilla que apenas costó 80 millones de dólares acabó reventando las taquillas al recaudar más de 415 millones a lo largo y ancho del planeta. ¿Su secreto? Unos actores inspiradísimos, una historia con un ritmo que atrapaba como hacía tiempo que no sucedía -Sommers, además, supo imprimirle un cierto tono cómico y aventurero, gracias a unas secuencias de terror de primer nivel-, una excelente banda sonora compuesta por el gran Jerry Goldsmith y unos verdaderamente alucinantes efectos visuales creados por ILM -un auténtico logro si tenemos en cuenta que por aquella época la CGI, aunque muy avanzada, aún no había alcanzado su apogeo-.





La película derivó en una secuela ("El regreso de la momia", casi igual de buena -o más- que la primera), que catapultó a la fama a Dwayne "The Rock" Johnson -pugilista de la WWE metido a actor-, quien se encargó de interpretar al rey Escorpión, el villano de la función. Tal fue su éxito (433 millones recaudados de los 93 que costó) que le siguieron tres spin-off de este personaje -a cual peor- y una nueva secuela de la película original: "La momia: la tumba del emperador Dragón"

LA MALA

A finales de mayo de 1999 -un mes antes de que lo hiciera la peli de Sommers- se estrenó en España otra película sobre momias: "La sombra del faraón". En ella aparecía el legendario Christopher Lee, aunque muchos ya sabemos lo que significa su presencia en un filme de terror: bizarrismo, serie B y película de culto; todo lo contrario a lo que se espera de un blockbuster. Y así fue. Calificada con un 3,7 en la web IMDB, la película no debió estrenarse nunca. Pero los productores -muy listos ellos- no dudaron en aprovechar las primeras semanas de estreno de la cinta de Sommers para que el boca a boca y la confusión hicieran que los espectadores fueran a ver "esa peli de momias que mola tanto". "¿Cómo se llama? No lo sé, ¡pero si sale una momia en el cartel... será esa!" Y la gente picó. Los pocos incautos que acudieron a las salas debieron sacarse los ojos: un guión absurdo y unos efectos visuales que un niño de cinco años haría mejor (la momia son, literalmente, tiras de papel higiénico) son las mejores bazas que uno se puede encontrar en este engendro cinematográfico. Ahora es conocida como "aquella película de momias que se estrenó el año de "La momia" pero que no era "La momia". En definitiva, un producto a olvidar.

by Chuparrocas

1 comentario:

Pau dijo...

Así que esta es la película que confundo siempre con "La máscara del Faraón", que es una película algo mejor... interesante.